sábado, 18 de abril de 2015

Un jardín entre la niebla IX : Que no broten las lágrimas.

Mañana haré frente a ese temor que llevo escondido hace tiempo. Mañana 18 de abril es el cumpleaños de mamina, mi güeli. La última vez que la vi fue hace justo un año, después se deterioró mucho físicamente y me da pavor verla. Tengo miedo, si, miedo a llorar en su presencia, miedo a no poder aguantar verla mal, miedo a no ser capaz de sacarle una sonrisa, quizás la última que la vea. Miedo y cobardía a que la última visión que tenga de ella sea en su decadencia más extrema por culpa de esa maldita enfermedad: Alzheimer. 
Pero ya no puedo más con mi mala conciencia, debo ser fuerte para ella, quiero estar con ella. Quiero pasear por ese jardín entre la niebla que creé para ella, junto a ella. Mis nervios y angustia crecen a medida que se acerca la hora, no puedo evitarlo y las ganas de llorar florecen sin remedio, supongo que forman parte de ese jardín y al igual que las flores brotarán sin más remedio, unas ahora, mientras escribo y la pienso, otras mañana. Solo espero que no sean delante de ella, que solo vea brotar flores, flores de recuerdos fugaces, flores de olvido pero nunca de tristeza. Esas últimas flores tendrán que esperar un tiempo porque quiero más tiempo, tiempo con ella y nuestro jardín entre la niebla.


Mar.

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