Un instante de felicidad, aquel que cambia los roles y en el que vuelve aquel niño que un día fuiste y que al crecer guardaste con llave en el alma, que grita de vez en cuando y tu acallas por miedo a que te digan loco.
Cuando en la velada de una noche tranquila en familia, ríen los padres a carcajadas y los hijos protestan porque molestan y tientan su paciencia, aquella que un día inconscientemente tentaban de niños a sus propios padres. En ese instante en el que ríen todos y la alegría fluye...
Ese momento necesitado, agradecido, inolvidable.
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